Carta del presidente
Queridos amigos
Presidir esta patronal es cuidar del principal polo de creación de prosperidad y riqueza. La Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2023 señala que hemos creado 30.000 empleos en un año. La del trimestre anterior, 50.000. Más de siete de cada 10 de esos empleos creados son indefinidos. La ocupación es mayor en la Construcción que en la Industria o en los Servicios en términos absolutos; de hecho según la EPA del año 2023 el sector de la construcción aumentó en ocupación en 108.300 trabajadores más. Y también tenemos récord en creación de empresas.
Ciertamente el cambio que está sufriendo la construcción es extraordinario, viéndose ahora como algo moderno, sostenible y profesional. Pero todavía tenemos que hacerlo más atractivo para jóvenes, mujeres e inmigrantes, mostrando que es un sector seguro, estable y digital, no sólo por las inversiones que quedan por hacer del Plan de Recuperación, sino también por su necesaria conservación y mantenimiento y las nuevas técnicas constructivas y oficios que nacen cada día.
Y para demostrar esa modernidad tenemos las magníficas perspectivas para nuestros trabajadores, alrededor de 1,4 millones de personas entre empleados por cuenta ajena y autónomos. Unas perspectivas marcadas por el VII Convenio General, que recoge medidas inéditas como la puesta en marcha del primer plan de pensiones sectorial -que ya ha empezado a recibir las primeras contribuciones de grandes constructoras y pymes-, la incorporación del Real Decreto-ley que regula el trabajo bajo temperaturas extremas y otras mejoras pactadas en 2022, cuando la inflación superaba el 10%. Unas medidas que de manera pionera y valiente se pusieron en marcha por el sector al decaer las negociaciones intersectoriales y que sirvieron de desbloqueo para la firma del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, ofreciendo estabilidad y certidumbre en momentos difíciles e inflacionarios, siguiendo las principales y clásicas solicitudes de nuestros empresarios. Porque nuestra obligación es negociar y acordar.
Hemos demostrado un papel fundamental ayudando a España. Pero en el horizonte aparecen complicaciones cuyo origen es global y que debemos de encarar con urgencia. La inflación de los precios de los materiales y la energía lesionas a nuestro sector productivo compuesto en un 95% por pequeñas y medianas empresas y compromete las inversiones pactadas con Bruselas dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Gracias al robusto y maduro diálogo social y al productivo clima de estabilidad laboral que rige en el sector, el arranque de 2024 ha significado un clamor de los agentes sociales al alimón por un sistema de revisión de los contratos públicos de obra, concesión y servicios para garantizar las subidas salariales a los trabajadores, la creación de empleo indefinido -más del 70% de los contratos- y la ejecución de las infraestructuras financiadas con los fondos NextGenerationEU.
Pero veamos las cosas con perspectiva. Con los desajustes entre oferta y demanda durante la pandemia y por la guerra de Ucrania, basándonos en los datos facilitados por el Ministerio de Transportes de 2020 a 2021, los precios de los materiales subieron en solo ese año como lo habían hecho en los últimos 13 años previos. Peor todavía porque en un año, de 2021 a 2022, prácticamente se produce la misma inflación que en los 15 anteriores. La brutal escalada de 2020 a 2022 se ha estabilizado en 2023, pero por arriba: una estabilización en el máximo de la serie que no muestra una tendencia a la baja.
Eso solo los materiales, pero los costes de la energía pueden llegar a significar un tercio del coste total de una obra. Tomemos el Índice de Precios Industriales del Instituto Nacional de Estadística (INE): en los últimos 15 años, hasta 2020, el Índice de la energía tenía un crecimiento medio anual del 3%. A partir del año 2021, ese ritmo se dispara hasta alcanzar un 94% durante ese año y otro 38% más entre enero de 2022 y agosto de 2022, momento en el que el índice alcanza su valor máximo, acumulándose entonces un incremento de un 190%. Después se produjo una moderación, a todas luces insuficiente.
A día de hoy, el balance energético es preocupante: según el valor del último índice correspondiente a noviembre de 2023, el precio es un 92% mayor que a inicios de 2021. Se duplica el coste entre 2021 y 2023.
Pues desde la CNC trabajamos sin descanso reivindicando con urgencia a las administraciones públicas, encabezadas por el Gobierno central, una serie de medidas que, de no resolverse, dañarían nuestro tejido productivo y, en última instancia, debilitaría la economía nacional.
Para empezar, creemos que lo más urgente es un sistema ambicioso y estable en el tiempo de reequilibrio económico de todas las modalidades de contratos, incluidos los contratos de servicios y de concesión de servicios, en su gran mayoría carentes de revisión de precios. En este punto, recordamos que en la legislatura anterior el Ejecutivo puso en marcha entre marzo de 2022 y el mismo mes de 2023 el Real Decreto-ley 3/2022 -modificado hasta dos veces, además de una orden de desarrollo- que fue conveniente pero insuficiente: sus medidas no fueron capaces de contener la espiral inflacionaria y excluían muchas modalidades de contratos públicos como las citadas arriba.
"Seguiremos trabajando para consolidar la construcción como un sector líder, pionero y dinámico, moderno y de futuro."
Ese sistema solo es posible volviendo al modelo de revisión de precios anterior a 2015, cuando se aprobó la Ley 2/2015 de desindexación de la economía española, en momentos de estabilidad económica y geopolítica. Ésta, lamentablemente, ha tenido y tiene muchas consecuencias negativas para el sector y para la contratación pública, pues restringe sobre manera la posibilidad de reequilibrar económicamente los contratos, de estabilizar sus precios, al alza o a la baja, en contratos públicos, muchos de ellos de extraordinaria dilatación en el tiempo en su ejecución y de importancia relevante para los ciudadanos.
Volver al modelo previo a 2015, sí, pero también hay otras actuaciones indispensables. Por ejemplo, en el régimen excepcional de revisión de precios debería elevarse el límite del importe de la revisión, actualmente fijado en el 20% del precio del contrato, hasta su importe real que, según los cálculos realizados, alcanzan hasta el 30% del precio. Sobre todo porque la práctica ya ha demostrado que aquel límite se ha sobrepasado con mucho por ejemplo en obras ferroviarias. Y, repetimos, la necesaria inclusión de todo tipo de contratos: obra, concesión y servicios.
Respecto a esto último, la concesión y los servicios se ven afectados doblemente por otra dificultad de la que CNC viene advirtiendo dos años: las licitaciones públicas desiertas, la peor noticia para los licitadores y para el poder adjudicador. En un análisis realizado en una muestra de 241 contratos de concesiones licitados y adjudicados en 2022, hemos observado con estupor cómo un tercio de los contratos licitados finalizó sin ejecución, ya sea por quedar desierto, por sufrir una renuncia o por desistimiento, y ello con independencia de las ralentizaciones o paralizaciones de obra. Son casi un 10% de las licitaciones públicas dentro de la contratación nacional que se disparan hasta el 20,5% en el caso de las licitaciones concesionales, injustamente limitadas en su beneficio por la Ley antes citada.
Desde toda la CNC, con su equipo propio y el de todas nuestras organizaciones, seguiremos trabajando para mejorar la contratación pública y privada, apostando por la formación profesional para afrontar la falta de mano de obra; para incorporar a más mujeres, a más jóvenes, a más inmigrantes; para defender a los autónomos y pequeños empresarios del sector -ahora representados en CNC Autónomos-, que sin embargo son los verdaderos protagonistas; para fomentar la calidad y la seguridad y salud; para impulsar las políticas de vivienda y la profesionalización de nuestro tejido humano; para que convivamos bajo el mismo techo promotores y constructores; pequeños y grandes; adjudicatarios y subcontratistas; fabricantes, distribuidores, productos y servicios al sector; para demostrar que somos líderes mundiales por algo. Seguiremos trabajando para ti. Para consolidar la construcción como un sector líder, pionero y dinámico, moderno y de futuro.
Pedro Fernández Alén
Presidente de la CNC
Nuestras webs
A continuación os dejamos las webs de algunos de los proyectos en los que estamos embarcados. Estas iniciativas son una manifestación del compromiso de la CNC con la innovación y la excelencia en el sector de la construcción.